El látigo paraguayo fue la figura
del fin de semana hípico de alto vuelo en Argentina, en mayor medida con el
impacto sobre la hija de City Banker en el Gran Premio Gilberto Lerena (G1,
2200m) del sábado en la grama Palermo, al que le anexó la barrida en los tres
trofeos graduales del domingo en el césped de San Isidro; la carga dramática de
El Margot en el Gran Premio de Honor (G1), al coraje de Vagabundo Inc en el
Clásico Benito Villanueva (G3, 1600m), Le Ken y un floreo notable en el Clásico
Pedro E. y Manuel A. Crespo (G3, 1500m), y el desborde de Sunshine Sea por el Clásico
Islas Malvinas (L, 1000m), los otros tres ribetes en los máximos.
Conviction fue la nota más alta de Eduardo Ortega Pavón x4 en los clásicos- Hipódromo de Palermo ph |
Eduardo Ortega Pavón lo repite
una y otra vez ante cada éxito: “Estoy trabajando muy fuerte. Es importante
cuando llegan los triunfos grandes”.
El mercado laboral entre los jockeys
responde a dos claves bien diferentes, aunque unificadas en su espíritu: uno y
varios contratos oficiales o estar disponible para cualquier entrenador sin
limitaciones.
El látigo paraguayo desde hace tiempo que eligió por la segunda
opción. Entonces, no es casualidad que una mitad de sus trofeos graduales del
fin de semana hayan llegado por intermedio de preparadores en el Campo 2 de San
Isidro (donde mayormente monta) y la otra con profesionales de las afueras de
los circos máximos.
Eduardo Ortega Pavón x4 en los clásicos, Hipódromo de Palermo ph |
Fueron cuatro sus festejos. De
acuerdo al nivel de la contienda, el más saliente fue con Conviction en el Gran
Premio Gilberto Lerena (G1, 2200m), el sábado en la auxiliar de Palermo.
La
lluvia hizo que la cancha fuese un verdadero laberinto (igual 24 horas después
en el Norte). No hubo antiparras sin barro en el segundo pase del Torneo
Palermo para hembras. Pero sí claridad al pisar la recta final para la hija de City
Banker, que en el primer pase (en Clásico Bullrich-G2, en la arena…) fue
escolta de Kalithea en la polvareda. La pupila de Gregorio Vivas resistió a un
andar muy difícil de extender para todas las competidoras a pesar de la carga
de Perpetual Light.
El tercer eslabón del certamen, de regreso a la grande por el
Gran Premio Criadores (G1, 2000m), tendrá al tope de marquesina a su anterior
verdugo.
La cosecha de Ortega Pavón se
triplicó en el menú dominical, en cada round a la expectativa para soltar la
estocada. Missile Top pasó de largo en el Clásico Raúl y Raúl E. Chevalier (G2,
1400m), en la grama alterada, donde el trainer Roberto Cantó (cuida en Mar del
Plata) emuló lo hecho con Brilla El Rey.
La Bombonesa salió fuerte y detuvo a
la valiente Forbidden Fruit en el Clásico Eliseo Ramírez (G2, 1400m), para
alegría del compositor Eduardo Siele (de Pergamino). De última, con Mi Vigía
midió la vorágine de Ketamina y selló con tres dedos al aire el Clásico
Olavarría (G3, 1000m).
“Estoy trabajando muy fuerte. Es importante cuando
llegan los triunfos grandes”, le expresó Ortega Pavón a Diego Notario para la transmisión de
San Isidro.
Una ecuación para la tapa del fin de semana.
El Margot se agrandó en el final y fue De Honor - Hipódromo de Palermo ph |
TRIPLETE DE LOS MARTÍN FERRO
La otra prueba en el peldaño
principal del sábado en Palermo fue el Gran Premio de Honor (G1, 2000m), en la
arena. Acaso en ese apareo fue la nota menos esperada para el citado Ortega
Pavón: estuvo a cargo del gran favorito Old Bunch, que enseñó el camino como
era de esperarse, aunque su performance declinó junto al telón.
Lindo Amor fue
el primero en darle caza al líder. El descendiente de Dinamix no escapó con
autoridad, no obstante su traslado sonaba suficiente para retener a El Margot,
que nunca le perdió pisada durante el desarrollo.
Altair Domingos posibilitó
inclinar la balanza. El hijo de El Garufa, escolta de Old Bunch en la primera
fecha del Torneo Palermo para machos (el Clásico Otoño-G2) revirtió esa imagen
por ½ cuerpo, en una tónica propia de un contexto a cada metro más encantador.
El entrenador del héroe es Enrique Martín Ferro, quien dos carrera después…
Footprintinthesky cambió tu
estrategia cuando la reprise de Le Blues posó su enojo en la vanguardia del
Clásico Benito Villanueva (G2, 1600m). Iván Monasterolo estuvo a punto de
ponerle la frutilla a una torta de molde excepcional, pero Vagabundo Inc, desde
la zaga, fue mejor. Francisco Goncalves exprimió cada fibra del vástago de
Include. El doblete de Enrique fue lleno de emoción. Al día siguiente, con la
explayada Mi Vigía, su hijo Nicolás hizo gala del apellido. Otra vez la
emoción. Así es la familia.
Le Ken lleva dos de dos, ambas de punta a punta y con show - Hipódromo de Palermo ph |
OTRO SHOW DE LE KEN
Antes de la partida doble
Chevalier-Ramírez, Sunshine Sea, de outsider y por afuera, bordó su nombre en
el Clásico Islas Malvinas (L, 1000m), para productos de ambos sexos. Pero no
fueron las tres únicas citas por encima del llano para la nueva generación del
fin de semana. El Clásico Pedro E. y Manuel A. Crespo (G3, 1500m) del sábado en
Palermo no sólo fue atrayente por la ruta al Gran Premio Montevideo (G1,
1500m), sino también por la resolución de uno de los mejores potrillos al
momento.
Le Ken debutó ganando de punta a
punta y por varios cuerpos. Su placé fue Julián Octavio, a la vuelta patrón de
la vereda en el Gran Premio Santiago Luro (G2, 1200m).
Ante tres rivales, su
segundo acto fue otro monólogo: por 14 cuerpos, ratificó esa línea al extremo.
Con tutela en Alfredo Gaitán Dassié y el mando de Juan Cruz Villagra, vía el
Montevideo se engrosa el choque con el citado Julián Octavio y su compañero Don
Mengano (invicto y héroe del Kemmis) más cualquier otro elemento que surja
desde ahora y hasta el 1° de mayo.
La ansiedad crece más rápido que el
mismísimo proceso selectivo.
Sebastián Heredia
Periodista de Turf
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